Obras

Informe para una academia

1997


Dirección: Luis Ureta

Dramaturgia: Franz Kafka

Elenco: Roxana Naranjo

Diseño Integral: Gastón Vega

Vestuario: María Inés Retamales, Federico Gallardo

La obra  trata sobre el relato de un mono, llamado Pedro (Peter) el rojo, que realiza una conferencia o un informe frente a un grupo de connotados académicos sobre su proceso de “humanización”. La obra está basada en el cuento de Kafka “Informe para una academia”.

 

Informe para una academia, estrenada en mayo de 1997 en la Sala Pedro Prado del Centro Cultural Estación Mapocho, constituyó la primera parte del proyecto Dos historias de animales de la Compañía La Puerta, cuya segunda parte es La metamorfosis (1997).

El cuento Informe para una academia, fue escrito según los investigadores de la cronología literaria kafkiana, durante la segunda semana de abril de 1917, y es junto a La metamorfosis, el texto de Kafka que más ediciones ha registrado hasta la fecha.

El cuento nos presenta a un simio que, frente a un imaginario equipo de científicos, se encarga de exponer detalladamente los pormenores que constituyeron su captura en la costa de oro y su posterior acceso a una vida prácticamente humana. En la trama, llama la atención, obviando la gran multiplicidad de problemas de orden filosóficos planteados, el gran atractivo y teatralidad de su protagonista: un mono.

La presencia de animales no es poco frecuente en la literatura de Kafka, sino que posee la particularidad de permitir, casi siempre, que los animales sean permutados por seres humanos, o por pueblos enteros. En este sentido el bestiario kafkiano se nos presenta como un desfile en el cual, en términos metafóricos, pasan frente a nosotros las más pequeñas y más grandes virtudes y defectos de los hombres .

Varias son las interpretaciones que permitía la obra literaria y de ellas se hizo cargo nuestra versión teatral. En primer lugar, aparecía la metáfora sobre la asimilación de un individuo o comunidad dentro de un medio ajeno, por otro lado, era posible interpretar «la simiesca vida anterior» del protagonista, como una alegoría sobre el estado infantil del ser humano, finalmente, podríamos entender el texto como una fábula sobre las diferencias que definen las naturalezas humana y animal.
Estas posibilidades de lectura justificaron, la inclusión de algunos fragmentos del Kaspar, de Peter Handke, en versión teatral, pues, en ambos casos los personajes comparten la experiencia de haber sido seducidos por el establishment a abandonar sus pulsaciones individuales... en otras palabras, a traicionar su propia naturaleza.

La caracterización del protagonista de la obra fue siempre de una importancia vital. Ella debía ir en concordancia con la especial y más importante característica de la obra: el espectador tendrá frente a sí a un conferencista definido por una particular condición: es un simio (según nuestra versión, un chimpancé).

La puesta en escena de la obra acaparó los más unánimes juicios del público y crítica.

«Es admirable como un texto profundo, difícil y sensacional puede entregarse en una versión teatral limpia e impactante, en la que los llamados códigos teatrales se conjugan para que ‘Informe para una Academia’ se transforme en un montaje de gran factura».

«(...) Este texto impresionante tiene dos buenos complementos Luis Ureta y Roxana Naranjo. El primero, como director, reiteró su capacidad para ‘hacer resonar los textos’ de grandes autores, una especie de declaración de principios que ha defendido con muy buenos resultados».

Leopoldo Pulgar L.

«Brinda un momento teatral de primera categoría (…) La entrega de Roxana Naranjo es francamente excepcional, un gran trabajo de actuación (…) Ureta -director y fundador de La Puerta- consigue que su puesta recorra una variedad sorprendente de climas emocionales y atmósferas».

Pedro Labra, La Segunda, junio 1997

«Gracias a la calidad de su actuación y dirección el espectáculo conserva el mismo interés e intensidad durante sus cincuenta minutos. Son pocas las ocasiones en que se da una composición de personaje tan lograda como la de Roxana Naranjo… el muy buen trabajo que realiza con la voz y asimismo la expresión corporal revelan un considerable oficio».

Hans Ehrmann, La Nación, junio 1997