Obras

Edipo Asesor

2001


Dirección: Luis Ureta

Dramaturgia: Benjamín Galemiri

Elenco: Roxana Naranjo, Rodrigo González, Nono Hidalgo, Roberto Farías, Paula Silva, Teresa Hales, Macarena Silva

Diseño Integral: Willy Ganga

Vestuario: Sergio Zapata

Música: Argenis Brito

Un niño, que fue arrojado a las aguas del Mapocho, vuelve ya adulto como colaborador al palacio del rey Saúl (su progenitor) para cobrar venganza. Este nuevo asesor, Oziel, llega a reemplazar con sus ideas novedosas al antiguo asesor Jeremías.

Edipo Asesor, de Benjamín Galemiri, se estrenó el año 2001 en la VII Muestra de Dramaturgia Nacional.
Temporadas de funciones en la Sala San Ginés y, posteriormente, itinerancias en el norte de Chile.
La obra se repuso en enero 2002 en el Galpón 12, Barrio Bellavista, en el ciclo La Puerta, diez años de emoción.

En Edipo Asesor, Galemiri opta por concentrarse en el período de transición, y toma la figura del asesor para tematizar las contradicciones del proceso de restauración democrática, bajo un orden jurídico establecido por la dictadura, expresado en la actual vigencia de la Constitución de 1980.
En un texto titulado Encuentro de dos poéticas, publicado en la revista Teatrae n°5, Luis Ureta reflexiona sobre los desafíos que, en su momento, implicó para La Puerta montar Edipo Asesor: Para el director, la poética escénica de la compañía, « se caracterizaba por un lenguaje escénico evocador de un carácter simbólico, la generación de atmósferas y la selección de textos cargados de una fuerte impronta poética », lo que contrastaba con la poética dramatúrgica de Galemiri « por lo general brutal, disparatada, que linda entre la cita culta y el comentario pedestre ».
De este modo, La Puerta se apropió de la obra de Galemiri, generando un desplazamiento de algunos de los requerimientos originales del texto. Por un lado, había un desfase entre la edad de los actores y de los personajes, que Ureta aprovechó como «un elemento distanciador (efecto v) que permitiría tanto a actor como público comprender la obra desde un punto de vista más racional que emocional ».
«La risa burlona de la escritura de Edipo Asesor escondía a nuestro juicio, un gesto de desasosiego del que no nos quisimos desentender. En otras palabras, la simulación de la tragedia misma: Edipo, voilá. Intentamos con nuestra versión de Edipo Asesor que este padecimiento lograra encontrar su expresión escénica, de ahí el giro estilístico de la obra al momento de la revelación de Oziel a su padre “usted me tiró a las aguas del Mapocho, padre”, o la insinuación al menos de este giro ». (Ureta, 2002).

«Como ya es costumbre, el trabajo de Luis Ureta con la compañía La Puerta da muestra de rigurosidad y profesionalismo (...) la puesta en escena resulta atractiva en su estética, resaltando el buen aprovechamiento del espacio escénico, con sus diversos niveles (...) Por otra parte, un despliegue actoral que sigue los lineamientos de lo que ha sido la propuesta en estos diez años de funcionamiento del colectivo».

Eduardo Guerrero, El Mercurio, septiembre 2001

«Pero lo que vitaliza en verdad este texto es la dirección de Luis Ureta y el trabajo de su compañía La Puerta, quienes siempre se han destacado por su estética definida y su rigor ("El juego de las preguntas", Handke). Los actores - llamados a describir con humor e ironía un mundo de patético fasto- realizan un intenso trabajo de movimiento y voz, casi al punto de un musical (coreografías incluidas), a la vez que son cronométricos en la lluvia de palabras impuesta por el dramaturgo».

Juan Antonio Muñoz, El Mercurio, agosto 2001