Tsunami
2021
Dirección: Luis Ureta
Dramaturgia: Bosco Cayo
Elenco: Andrea Giadach, Carlos Ugarte, María Paz Grandjean y Sergio Piña
Diseño Integral: Cristián Reyes
Realización Escenografica: Amor escénico
Producción: Teatro la Puerta, Gestus y M100
El proyecto Tsunami surge en el contexto del aniversario número 30 de la Compañía de Teatro La Puerta y tiene como base el concepto de Sostenibilidad y su aplicación tanto en el plano global de la sociedad chilena, como en la realidad de nuestro propio colectivo artístico. Entendemos a las expresiones de los numerosos movimientos ciudadanos tendientes a desencadenar cambios en nuestro país a nivel educativo, político, económico, etc., como el deseo, en términos metafóricos, de una suerte de tsunami que quiere desarticular tanto las estructuras anquilosadas de la institucionalidad proveniente del siglo XX, como las prácticas cotidianas de los individuos, estableciendo una interrogante que atañe a todas las esferas de nuestra cultura. La revolución social surgida en Chile el 19 de octubre de 2019, las múltiples oleadas del movimiento estudiantil del Siglo XXI, la nueva ola feminista, el movimiento No+ Afp, entre otros ejemplos, son expresiones sociales y culturales que respaldan este diagnóstico.
Surge para La Puerta, entonces, la necesidad de reflexionar escénicamente respecto de las convulsiones y deseos de transformación que evidencian las manifestaciones de la sociedad civil en los últimos años (sostenibilidad social) y el deseo de ponerlas en relación con nuestra propia historia como colectivo artístico (sostenibilidad artística), el cual – a diferencia de numerosos colectivos teatrales que aparecen y se desarticulan al cabo de pocos años-, ha sabido mantener su actividad a través de tres décadas.
El proyecto Tsunami propone innovar en los modos de producción artística de la compañía- vinculados en los últimos años a la dramaturgia europea y a la noción de re-escritura- rescatando de nuestra propia historicidad como compañía teatral, algunos materiales susceptibles de ser traducidos a un nuevo producto artístico. En relación a lo anterior, el proyecto Tsunami que articula La Puerta es entendido como un tsunami respecto de nuestro propio quehacer en el ámbito de las artes escénicas, situados en el Chile de hoy. Nos mueven las siguientes preguntas: ¿Qué puede decir el arte en estos momentos, a la luz de los procesos sociales en curso? ¿Cómo se puede proyectar nuestro trabajo, desde la trayectoria de la compañía La Puerta en la víspera de sus 30 años de vida, para generar un vínculo significativo con las audiencias, a partir de una conversación entre el arte teatral y la vida?
Las anteriores interrogantes se traducen en la búsqueda de una suerte de síntesis estética escénica, urgente y vivencial, en la que se rescaten los elementos artísticos fundamentales en estos años de trayectoria teatral, y se propongan nuevos procedimientos que permitan proyectar el trabajo de La Puerta desde el presente hacia los años venideros.
Patrocinados por Fondart modalidad trayectoria, los integrantes de La Puerta estamos desarrollando en la actualidad el proyecto Tsunami desde el confinamiento espacial, en el contexto de la pandemia mundial que ha afectado nuestras formas de vida desde la raíz. Esperamos poder derivar de los ensayos remotos a la co-presencia a la brevedad, apenas la autoridad sanitaria lo permita. Mientras tanto, Tsunami sigue desarrollándose como una instancia de reflexión y creación artística que se proyecta estrenar en Matucana 100, en enero 2021.
El Proyecto Tsunami es el último proyecto artístico desarrollado por La Puerta a la fecha. El proyecto, patrocinado por Fondart modalidad trayectoria en el contexto de la celebración de los 30 años de la creación de la compañía, consistió en una investigación que contemplaba la creación de una nueva obra de teatro, a partir del tema de la sostenibilidad. A la participación del equipo de integrantes de La Puerta - equipo interno-, conformado por: Luis Ureta (director), Andrea Giadach, Carlos Ugarte, María Paz Grandjean y Sergio Piña (equipo actoral), Giselle Rubio (asistente de dirección) , Bosco Cayo (dramaturgo) , Cristián Reyes (diseñador integral) y Daniel Marabolí (músico) , se sumó la participación de un equipo externo a La Compañía, conformado por: una productora (Gestus) y un equipo asesor de la investigación: Mauricio Barría y Mónica Drouilly.
La necesidad de contar con un equipo asesor dice relación con la singularidad de Tsunami. Se trata aquí de proyecto en el que sus integrantes son sujeto y objeto de la investigación. En efecto, podría decirse, en síntesis, que en el proyecto Tsunami La Puerta revisa y evalúa la trayectoria de La Puerta, levantando en el recorrido interrogantes y desafíos en torno al quehacer teatral de una compañía independiente en Chile.
El diseño del proyecto contempló trabajar sobre la base de dos ejes fundamentales:
1.- Trayectoria de la Compañía. Revisión crítica de la memoria artística del colectivo. Investigación en documentación, realización de encuentros-conversaciones entre integrantes actuales de La Puerta y otros colaboradores históricos.
y
2.- Investigación a partir de la pregunta sobre cómo ser sostenibles, tanto como agrupación teatral en la sociedad chilena actual, como en los aspectos relacionados con la sostenibilidad en sus dimensiones sociales y culturales.
El proyecto contempló el desarrollo de siete meses de ensayo, una temporada de 12 funciones en Matucana 100 , en el marco del Festival Santiago a Mil el año 2021 y funciones de itinerancia en Concepción y Ovalle .
Un Tsunami sobre Tsunami
En enero 2021 la autoridad sanitaria chilena declaró, en el marco de su plan “Paso a Paso”, que era necesario realizar una “Disminución de los aforos para reuniones sociales y en la cantidad de permisos semanales”, a raíz del aumento en los contagios de COVID-19. La incertidumbre sobre la realización de la temporada de la obra nos obligó a evaluar el futuro del proyecto y a tomar una muy difícil y compleja decisión. Por un lado, podíamos especular con las probabilidades y apostar por realizar la temporada de la obra de manera presencial si “las condiciones sanitarias lo permitían” , o bien, implementar un sistema de resguardo del trabajo, utilizando las instalaciones del teatro en Matucana 100- donde ya estaba montada la escenografía-, registrando la puesta en escena de Tsunami, de la mano de técnicos y artistas especialistas en el lenguaje audiovisual. La segunda opción implicaba movilizar importantes recursos económicos, a través de la reasignación de los fondos previamente asignados. Luego de hacer las evaluaciones y consultas respectivas con todos los involucrados (equipo de Tsunami, teatro Matucana 100, Fondart y Santiago a Mil, nos inclinamos por la segunda alternativa: registrar audiovisualmente la obra con el debido acompañamiento profesional.
Del teatro al video
La anterior decisión me obligo como director de la Compañía y del montaje a repensar el proyecto. Si bien el lenguaje teatral y el lenguaje audiovisual pueden compartir algunos elementos comunes, estos son, en esencia, totalmente diferentes. La carga aurática benjaminiana constituye, por ejemplo, una de las abismales distinciones que distingue a las artes vivas de aquellas que permiten su reproductibilidad. No había tiempo. Había que actuar rápido. Podían venir nuevos confinamientos. Era necesario “hacer la pérdida”.
Fueron convocados nuevos incumbentes: la directora audiovisual Liú Marino encabezó un equipo de técnicos (sonidistas, camarógrafos y editores) que en el plazo de dos semanas diseñaron en diálogo con el director del montaje teatral y del productor del proyecto, un meticuloso plan de producción y realización de las grabaciones. Se habló de travellings, cámaras subjetivas, planos, insert, tomas aéreas….
La grabación de Tsunami se llevó a cabo durante cinco días, en jornadas de ocho horas de duración. El primer día fue destinado a registrar de manera íntegra y meticulosa cada uno de los monólogos de la obra. Los tres días siguientes consistieron en la grabación de las distintas escenas colectivas, incluyendo los aportes de la musicalización de Daniel Marabolí y el cuidado y complejo trabajo de iluminación, proyecciones audiovisuales y utilería del diseñador Cristián Reyes, incombustible cómplice artístico de La Puerta.
El quinto día se realizó la única función con público de Tsunami.
El aforo de esa única función estuvo acotado, en esos oscuros días pandémicos, a un muy reducido número de personas.
Atesoro con cariño contradictorio el recuerdo de esa jornada.
Se condensaba en una única función con público, un largo proceso de ensayos que había analizado una trayectoria de 30 años de trabajo teatral. Toda la fragilidad de nuestro oficio estaba reflejada en esa jornada, en la que los afectos, las dudas, el profesionalismo y la confianza en el trabajo individual y colectivo, se entrecruzaban en un bucle de retroalimentación energético que de alguna manera logró plasmarse en el registro audiovisual que conservamos.
La grabación de Tsunami se presentó/transmitió posteriormente- en el marco de nuevas jornadas de confinamiento-, en numerosas instancias e instituciones a lo largo del territorio nacional durante el año 2021. Los conversatorios luego de las transmisiones nos reportaron importantes retroalimentaciones en torno al alcance de los temas y de los procedimientos abordados.